El miedo es la emoción que nos pone en alerta. Se dispara como una respuesta básica ante peligros que hay que actuar de forma inmediata o al menos prestar atención por lo que pueda pasar.
¿Son adaptativos los "miedos" que nos atenazan y nos paralizan?.
¿Qué preguntas puedo hacerme para sobre mi experiencia emocional de miedo?
- Primero debo analizar QUÉ PIENSO cuando aparece esta emoción, qué pensamientos van unidos a este estado emocional.
- Segundo, QUÉ HAGO cuando tengo miedo, qué acción o respuesta tengo ante la experiencia emocional de miedo. Estos comportamientos se denominan Conductas Impulsadas por las Emociones.
- Tercero, debo analizar QUÉ SIENTO qué sensaciones fisiológicas experimenta mi cuerpo en presencia del miedo que siento en un momento determinado.
El "qué pienso" es un aspecto muy importante y crucial para
abordar un problema de "miedo". Nuestras opiniones están mediatizadas
por lo que veo, me dicen, escucho o interpreto que dicen. Para ello, en
el momento de abordar un trastorno asociado a esta emoción, hay que
realizar un análisis de cómo me llega la información. ¿El canal por el
que me llega es fiable?, ¿es un amigo/a que me quiere y me va a decir la
verdad?, ¿o me va a decir lo que quiero oír?, ¿es alguien manipulador
que quiere llevarme a un estado emocional concreto?.
¿Y
cómo interpreto yo la situación?. ¿La observo de forma objetiva, sin
juzgarla, aceptándola?. Si es así como lo hago, desarrollaré una
Conciencia basada en el presente y me permitirá realizar cambios en mis
pensamientos y patrones de respuesta, que son los que pueden provocar
unos síntomas que pueden ser patológicos.
Los patrones o errores de pensamiento más comunes suelen ser la sobrestimar la probabilidad (o saltar a las conclusiones) y catastrofizar (o pensar en lo peor).
Sobrestimar la probabilidad de que algo malo suceda, hay casos en los que me prepara para cuando ese hecho realmente suceda; el problema es cuando lo hago en cualquier situación y en todo momento. Esto hace que el miedo sea indiscriminado y no me deje vivir.
Tender a pensar que lo peor va a suceder realmente y no voy a ser capaz de afrontarlo, me introduce en un error de pensamiento que me atrapa en una interpretación de la realidad única y poco realista.
En estos casos debo aumentar mi flexibilidad para analizar las experiencias emocionales que me inoculan miedo y me paralizan. Esto incrementará mi percepción de grado de control o autoeficacia emocional. Es decir tengo que escribir yo mismo una posible realidad alternativa que no me produzca ansiedad y pánico, y que también es posible que ocurra.
Y en cuanto a las Conductas Impulsadas por la Emoción decir que son necesarias para responder con rapidez a nuestras emociones y en concreto al riesgo o miedo a algo. En otras situaciones pueden ser desproporcionadas y resultar desadaptativas, sobretodo en los casos en las que vienen determinadas por experiencias pasadas o interpretaciones de lo que ocurrirá en el futuro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario